Es importante pensar en la pérdida de peso como un proceso de cambio sobre nuestras conductas alimentarias y no como una solución instantánea.

Producirán cambios duraderos las modificaciones pensadas, adaptadas y razonables sobre nuestra alimentación en conjunto con el ejercicio físico. Además es fundamental observar factores clínicos de nuestro organismo, que pueden impedir alcanzar el objetivo, si no son tenidos en cuenta.

Si necesitas perder peso probablemente quieras encontrar la manera hacerlo rápido y mágicamente. Sin embargo, la reducción de peso se logra en forma paulatina, no en un fin de semana.

La idea de bajar de peso rápidamente (Dietas FAD) y mantenerse así por largo plazo es una trampa clásica en la cual ya hemos caído todos y comprobamos su ineficacia.

Estos planes de alimentación producen resultados que no duran mucho, pues el paciente puede cansarse rápidamente de las prohibiciones y volver a sus viejos hábitos e inclusive, a causa de las restricciones, comer más o de forma compulsiva.  Es más probable que usted recupere el peso perdido, o lo que es peor, aumente más.

Las conductas y sacrificios que proponen estos métodos, sencillamente no son sostenibles. No podemos vivir evitando para siempre los alimentos que nos gustan. Hay que aprender a ordenarse para que esto no impacte en nuestro peso y salud.

Los cambios a lo largo de un periodo más largo, no son tan atractivos en principio, pero son el camino más efectivo para lograr un peso saludable. Esto incluye modificaciones en el estilo de vida y cambios en la manera de pensar en la comida y nuestra relación con la misma. 

Basado en lo anterior, para bajar de peso saludablemente, necesitamos un esfuerzo no un sacrificio, pero sostenido en el tiempo.

He aquí un dato interesante: se requiere de un déficit de 3,500 calorías para bajar una libra de grasa. Si eso le parece que son muchas calorías, es porque lo son. La ingesta diaria recomendada de calorías para adultos es de 2,000. De manera que, una libra de grasa representa casi tantas calorías como dos días completos de comida.

Puede lograr este déficit de calorías tan solo a través de la alimentación, o puede combinarlo con ejercicio para quemar más calorías en un día. Treinta minutos, cinco veces a la semana es un excelente punto de partida. Concéntrese en cualquier tipo de ejercicio o actividad que aumente su ritmo cardiaco y lo haga mover su cuerpo pueda realizar y sostener.

Y aún si no puede realizar actividad física, puede perder peso de todos modos! Solo que más lentamente.

Al modificar incrementalmente su alimentación y sus hábitos de ejercicio, usted puede bajar sin riesgos, de una a dos libras a la semana. Al mismo tiempo, estará creando hábitos de estilo de vida razonables que puede mantener en el tiempo.

Otro punto importante, es tener en cuenta de que están hechas las calorías que ingerimos. No es lo mismo calorías de proteínas, de grasas o de hidratos de carbono. Cada macronutriente cumple diferentes funciones y debemos aprender básicamente cómo cubrir esos requerimientos para que el resultado sea armónico, saludable y estético.

Contrario a lo que las dietas FAD prometen, la manera probada de bajar de peso es creando un déficit de calorías equilibrado y una modificación química de la dieta.

Te proponemos analizar tu alimentación y hábitos, para mejorarlos de forma sencilla, aprendiendo que se debe consumir para sostener los resultados.

Nuestro compromiso es acompañarte en este proceso, explicándote y adaptándolo a las necesidades personales, buscando la manera de incluir los alimentos que nos hacen felices de forma segura.